Y recordé
cuando escribía en un papel como este
las cosas graciosas
que me pasaban durante el día
para llegar y contárselas.
donde ahora le recuerdo
que siempre
o más bien nunca,
pude hacerlo.
Al otro día, yo ya le había
leído ese papel a aquel cuerpo
que veía dormir
y respirar entre
las sábanas, la oscuridad
y un sueño suyo.
¿Usted,
recuerda alguno?
DULCE OLVERA
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