
Ayer se presentó
a la puerta de casa
cual miedo,
con abrigo y sombrero.
tocó tres veces
y al abrirle,
el muy desconsiderado
sólo me dijo:
"gracias por legitimar mi existencia".
se fue sin despedirse ni presentarse
/pero sin duda
era tu miedo
a quererme inconmensurablemente.
DULCE OLVERA
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