
Mientras la luna
se convertía en sol,
traté de soñarte.
/ los primeros rayos solares
del rosa amanecer
me hicieron notar
que tu recuerdo real
me terminó acompañando durante toda la noche.
Esta vez te escribo
para manifestarte en letras
y acariciarte con mi mirada
al leerte.
/ desearía ser paréntesis
para poder ( abrazarte )
durante toda una página
de libro viejo
con mancha de café en la esquina.
Pero mejor,
formemos nuestra propia historia.
DULCE OLVERA
No hay comentarios.:
Publicar un comentario