jueves, 3 de noviembre de 2011

Beso es una palabra que se siente


Ahí estaba el par de sordomudos,
escúchenme muy bien.
Los rayos solares aún no despertaban, pero
ellos ya necesitaban recordarse
palabras que a veces desearía pudieran sentirse
más que transmitirse oralmente.

La obscuridad,
aparentemente, no los dejaba
comunicarse:
el lenguaje sordomudo contra
las negras sombras de la madrugada.
/ Las caricias pudieron contra ello y más.

Ahí estaba el par de sordomudos,
acurrucados, sin frío,
sin sueño, con sueños,
tomando las manos de su aquel y aquella
mutuamente:

él tomaba las de ella
y
/ con las de ella,
le señalaba el te amo de la mañana.

ella tomaba las manos de él
y
/ con las de él,
le señalaba el yo también de mañana, tarde y noche.

La obscuridad siguió ahí
tapando a ese par de enamorados
cuyas palabras jamás fueron escuchadas,
pero sí sentidas.

DULCE OLVERA
"Acaricia mi ensueño, el suave mormullo de tu suspirar:
ella aquieta mi herida, todo se olvida".





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