sábado, 13 de marzo de 2010

Saddam Hussein está vivo



La dichosa ejecución en video que circuló por todo el mundo y que, actualmente, se encuentra incontablemente repetida en Youtube, existe. Fue real.

Saddam Hussein era Saddam Hussein; el mismo que aquel sábado por la noche (13 de diciembre 2003) reconoció serlo frente a las luces cegadoras provenientes de las lámparas de miembros de la Fuerza Armada Estadounidense que celebraban haber cumplido su misión: encontrarlo. ¡Y de qué forma lo hicieron! "Where is Saddam? Where is the bunker?". Desde luego, había un bunker en aquella hacienda cerca del pueblo natal del dictador, pero no lograban hacer hablar al único testigo que encontraron tratando de huir entre los árboles. Era, por así decirlo, su chofer.

"Yo no sé nada. Aquí no está". Golpes, sed, desesperación, miedo, más golpes. "No sé". Jamás confesó y logró alejar ligeramente al ejército del bunker donde, cobardemente, se escondía aquel objetivo con barba y cevo. Sin embargo, ambos no contaban con un az bajo la manga: tenían un reo. Quien, precisamente, había conducido a los gringos camufleajeados hasta allí.

Era de noche, era Irak... ¡sólo un iraquí no se perdería ahí! Pero lo hizo... al menos por un tiempo. Mas el destino, suerte, instinto o algo así le permitió al final poder guiarlos correctamente. Y no conformes, lo obligaron -tras los percanses con el mentiroso chofer- a confesar where the bunker was...

Ya lo dijo su traductor, (que tampoco recuerdo su nombre, sólo sé que empieza con S) aquel bigotón con dos esposas que la humanidad consideraba un monstruo indestructible, "se encontraba en aquel hoyo". Después de escarbar y jalar la cuerda, se vio el hoyo, la oscuridad, pero no a él. ¡Disparos! y, segundos más tarde, un desesperado: "No me maten, no me maten".

¿Irónico? ¿Acaso no le sonó un poco familiar esa súplica? Cuántos Iraníes no la habrán dicho en aquella guerra... Pero eso a él no le importó y mucho menos en esos momentos... El miedo lo invadió y no puso ninguna resistencia.

"Alce las manos" al árabe tradució Samir -ya investigué- dirigiéndose a su presidente. "Muéstrelas". Él mismo narró cómo Saddam primero enseñó una mano y, al mostrar la otra, escondió ésta. ¿Tenía una granada o un arma? Sí, tenía una pistola. Pero no la utilizó.
Cuando finalmente, mostró las dos manos, fue jalado hacia la superficie y, una vez en el suelo, examinado. Quizá muchos hayan visto la foto que Samir se tomó a su lado; y podrán notar la peregrina mirada de Hussein. Daría (algo valioso) por saber qué pensaba en esos momentos...

Acusó a Samir de traidor y le aseguró que él no mentía, que EUA era el mentiroso -algo había ahí de cierto-. Posteriormente, fue llevado al helicóptero. En el camino, el traductor notó que miraba hacia el cielo.

-¿Ves aquellas estrellas? Pues no volverás a verlas nunca más: ¡te encarcelarán en Cuba hasta que mueras!
Si algo hermoso tiene Irak es su cielo por las noches por todas las estrellas brillando que pueden apreciarse...
-No veía a las estrellas. Veía a Allah.
-Cómo puedes mencionarlo si mataste a niños, ancianos, mujeres y Allah
prohibe eso.
-Soy Saddam, Allah me ama... Contestó muy seguro.

Y es que a eso me refería con el hecho de que Saddam Hussein está vivo. Mientras familiares de todas sus víctimas sigan llorándoles, extrañándolos y recordando lo horrible que fue su vida durante esos 24 años, Saddam Hussein estará vivo...








DULCE OLVERA




Fuente: Hora Cero. ONCETV.






2 comentarios:

Anónimo dijo...

Por qué no se dice nada de sus dobles. En las previas invasiones a Irak se decia mucho de sus dobles, en la última incursión NADA sobre sus dobles.

Anónimo dijo...

No estoy de acuerdo