martes, 8 de marzo de 2011

Apóstrofe VI: Regreso de Colibrí


Me encontró marcando

con la sangre de mis heridas
los días de espera para verla por última vez:

uno, dos, tres, cuatro, rayita cruzada...


uno, dos, tres.

/ Decidí no cuestionarle si te enteró o no

y si me contestaste algo o no (seguramente)


¿Seguramente qué? Aún te quiero.



Colibrí, te libero. Me ha obligado a no necesitar

relacionarme más con ella.

Eso no se obliga, ni se logra; pero se acata. Ve y punto.

Adonde desees, le dije.


/ Esperaba que el siguiente mensaje fuera un gracias...


Estoy agradecida,

mas eso a ella ya no le importa. Ve y punto.

Adonde desees; eres libre, le insistí...


/ La liberada eres tú. La única libre aquí eres tú... y gracias a ella.

El amor no es un arte; no tiene un método. Es algo aun mejor.

Es la única cosa en este mundo (junto con su gemelo el odio)

en el que el ser tiene propia voluntad e independencia

para sentirlo, transmitirlo, alimentarlo y mantenerlo como él desee.

Gracias a ella lo descubriste, sentiste y viviste a tu modo, finalizó mi mensajero.


Libre para/cómo amarte,

aunque este nuevo modo sea lejos de ti...
DULCE OLVERA

No hay comentarios.: