
Me encontró marcando
con la sangre de mis heridas
los días de espera para verla por última vez:
uno, dos, tres, cuatro, rayita cruzada...
uno, dos, tres.
/ Decidí no cuestionarle si te enteró o no
y si me contestaste algo o no (seguramente)
¿Seguramente qué? Aún te quiero.
Colibrí, te libero. Me ha obligado a no necesitar
relacionarme más con ella.
Eso no se obliga, ni se logra; pero se acata. Ve y punto.
Adonde desees, le dije.
/ Esperaba que el siguiente mensaje fuera un gracias...
Estoy agradecida,
mas eso a ella ya no le importa. Ve y punto.
Adonde desees; eres libre, le insistí...
/ La liberada eres tú. La única libre aquí eres tú... y gracias a ella.
El amor no es un arte; no tiene un método. Es algo aun mejor.
Es la única cosa en este mundo (junto con su gemelo el odio)
en el que el ser tiene propia voluntad e independencia
para sentirlo, transmitirlo, alimentarlo y mantenerlo como él desee.
Gracias a ella lo descubriste, sentiste y viviste a tu modo, finalizó mi mensajero.
Libre para/cómo amarte,
aunque este nuevo modo sea lejos de ti...
DULCE OLVERA
No hay comentarios.:
Publicar un comentario