martes, 27 de diciembre de 2011

Doble idolatría


Voy a escribirle a esos ojos
tengo que escribirle a esos ojos
antes de que terminen de hipnotizarme
y me pierda para siempre en su mirada.

Esas pestañas incitan
a averiguar a qué saben esos ojos
qué aroma expulsan con cada parpadeo.

Entre lágrimas no logro descifrar
su color.
Los lunares cercanos tampoco lo saben,
ellos sólo guían mis ojos hacia esos ojos.
Los hipnotizadores.

Debo escribir sobre esos ojos
para eternizar la fascinación que producen
y hacerles notar a las cejas
la dulce compañía de la que gozan.

Ese par de tiernas luces
me han dejado asombrada y han roto
la brecha entre todas las almas.
Se han abrazado bajo el contacto visual
y se niegan a la desunión.

Parpadea,
sólo parpadea o me eternizaré en esos ojos,
cuyo color y aroma son indescriptibles.

Combinan con tus nobles sueños,
eso no lo dudo.

DULCE OLVERA

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