El silencio entre ambas
te empuja a calmar tu interior
acariciarla con tu mirada
y hablar.
Si paras, tu corazón también lo hará:
ella no sospecha
que tus palabras buscan
enamorarla.
Cada frase debe tener el poder
de fusionar sus almas.
Titubeas
dudas
temes
/ ella sólo sonríe y escucha.
Tomas aroma tranquilidad
y confiesas que ella es la dueña
de tus suspiros.
Vuelve el silencio,
esta vez incierto y lleno de esperanzas.
DULCE OLVERA
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