

Si alguien merece ser impreso con tanta minusiosidad como lo hacen en el Banco de México, es el papazón de Neza. ¡Por su sangre no corría nada más que mexicanidad pura! Nada de genotipos ni fenotipos españoles como, desgraciadamente, tú o yo tenemos circulando en este momento. El abuelo de todos los billetes, el hijo de dos morelos, el rojito, el que todos hemos tenido al menos tres veces en nuestras vidas, ¡el de cien pesitos!
En esta ocasión, como ven, es el turno del gran Acolmiztli-Nezahualcóyotl... así que pueden pronunciar fácilmente "environment" y, ¿se les dificulta la lengua náhuatl? ¡Qué vergüenza! Yo me incluyo en aquellos que han agachado la cabeza al leer esto. En fin, para no incomodar a nadie, sabemos que para los amigos es Neza. Que, por cierto, significa algo así como un Gandhi animalizado... bueno, para que me entiendan, "Coyote que ayuna"o "Coyote en ayuno". He aquí el porqué la estación Coyoacán de la línea 3 tiene un agujero en su estómago: herencia de sus ancestros por no comer. ¡Nah!No es verdad, no sé cuál sea la razón de aquel hoyo estomacal, pero aquí el protagonista es Neza y se callan.
En entrevista exclusiva a un habitante de Neza en el Edo. de México, no obtuve mucha información digna de comunicarles. Así que recurro a otras fuentes y sin más demora, aquí viene quién fue aquel...
El rey poeta nació en Texcoco mucho antes de que Colón llegara a "la India" y sus papacitos eran un chichimeca pro (nada más y nada menos que el rey de ahí) y una azteca bien bonita. Le pusieron Acolmitzli, pero cuando creció dijo: "Nee, no me considero un "felino fuerte", prefiero ser un coyote hambriento, yeah".
Con esa desendencia, pues, obviamente pudo ir al Calmecac que era donde estudiaban los más "importantes" y ahí aprendió de todo un poco. Sin embargo, a pesar de su situación, no gozaba de lujos porque su papaito estaba en serios aprietos con la estación del metro, Tezozómoc, (línea 6) que quería apoderarse de Texcoco. La situación iba empeorando hasta que de plano, temiendo lo peor, el rey le dijo a Neza que se escondiera en el bosque y tristemente, desde unas ramas, pudo ver cómo los hombres del Tezo lo asesinaban en media batalla y Tezo gritaba: "Que muera, el rey" y luego Mufasa... En fin, ¡Ver eso a tus 16 años! y saber que, al ser príncipe heredero, buscarían darle cuello, huyó en busca de ayuda, pero él no pudo encontrar al principio a sus Timón y Pumba, pues, primero se disfrazó de campesino y después de soldado, donde lo cacharon y querían matarlo. Pero el que pasó al otro mundo, por traición, fue su Zazu, un señor que se acompadeció de él y lo dejó escapar.
Afortunadamente, sus tías maternas le hicieron un parote: convencieron a Scar (Tezozómoc) que lo dejara vivir en Tenochtitlán y el muy bondadoso, le dio chance. Ahí tuvo la oportunidad de convertirse en guerrero y en aprender sobre arte y ciencia. A pesar de que vivía bien, no olvidaba en ningún momento la muerte de su padre, y siempre planeaba dentro de su cabecita loca, cómo hacer justicia y liberar a su pueblo. Para esto, el Tezo ya estaba en sus últimas y para irse con honor, le pidió a sus hijos que mataran a Neza, pues, se las olía (y también sus intenciones)
Pero antes de que terminara de decirles desde su camita: "...tenlo" y estirar la pata, el coyote en ayuno ya se había refugiado con su tío Chimalpopoca (qué buen nombre) El punto es que, el heredero de Scar, Maxtla, pensó: "Este cao de Neza va a exigir su trono, ¡mamais! Antes, lo mato".
Su intento "más mejor" fue pedirle de favor al medio hermano de Neza que lo invitara a un banquete y ahí lo asesinara, como buen hermano, aceptó. Sin embargo, no sé si su bigotito o los grandes aretes que usaba, le advirtieron de la malavibrosidad de aquel banquete. Y el muy culero, con todo respeto, mandó a un "Neza 2", al que le dieron patatús. Pero como la verdad siempre sale a la luz, Scar Jr. se enteró y se emputó. Mandó perseguirlo por cielo, mar y tierra. Como no lograban nada de nada, Maxtla se desquitó con Chimalpopoca.
¡Oh, gran error! Eso le puso de enemigos a los mexicas... ¡a los mexicas, amos de la guerra! Entonces, junto con los ejércitos que Neza había juntado, valió popo.
Ya sin esos de Azcapo, Nezahualcóyotl firmó la Triple Alianza con los reyes vecinos: Izcóatl de Tenochtitlán y con el de Tacuba. Prácticamente, reconstruyó la ciudad, tomó escobas y demás y puso desde acueductos hasta jardines por todo Texcoco y Tenochtitlán. Gracias a él, los dioses Huitzilopochtli y Tláloc, tienen su Templo Mayor con un montón de escalones y toda la cosa. Amaba al medio ambiente y animales y lalalala, flores por aquí flores por allá estaba Neza brincando con su canastita, pero, ¡mandó contruir un tipo zoológico en Chapultepec!, ¿no aprendió lo horrible que es estar encerrado en jaulas cuando le tocó a él en su época de exilio? Pfff, en fin. Fue un buen gobernante. ¡Dicen...!
Aunque también sabemos que fue un todólogo este tlatoani: arquitecto, filósofo, poeta, galán, etc. Como poeta, se dedicaba al género lírico, osease, filosofando acerca del misterio de la vida, muerte y de un sólo dios (considerando que en aquellos días, eran politeístas hasta las entrañas) Para aquellos que no tienen una lupa a la mano, aquí les dejo el poema que tiene el billetito:
"Amo el Canto del zenzontle,
Pájaro de Cuatrocientas voces
Amo el color del jade,
y el enervante perfume de las flores;
Pero amo más a mi hermano el hombre"
Pájaro de Cuatrocientas voces
Amo el color del jade,
y el enervante perfume de las flores;
Pero amo más a mi hermano el hombre"
Muy cursi. ¿Quién puede amar más a la extraña naturaleza humana que a la terroríficamente increíble, naturaleza animal?
Concluyendo, cada que veas un billete de $100 y pases por la estación Tezo, será interesante recordar todas las persecuciones que pasó el buen Neza, atorando sus aretotes de oro entre las ramas de los árboles, pensando en qué le habrán ofrecido al chivo expiatorio en el banquete, por qué le puso a su hijo "Príncipe en ayuno"; imaginándolo en los pastos del Chapul antiguo escribiendo los poemas y filosofando, etc, etc. En los billetes de a cien, cada mes se debería imprimir un poema diferente, pero como necesitan dinero para los festejos del bicentenario, mejor les dejo una página donde pueden leerlos: http://www.los-poetas.com/netz1.htm y no se queden esperando en una piedra 70 años, que fue el tiempo en el que pasó todo aquello.
DULCE OLVERA
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