viernes, 28 de mayo de 2010

Billetes de México... De la serie "Viva México" (IV Parte IV)





En uno está más comprimida que en el otro y no permite lucir sus ojitos soñadores, pero en ambos está cubierta su cabellera, desde luego. Pero, ¡qué va a importar esa privación ocular si podemos apreciar a su lado tremendos poemas! Bueno, en sentido figurado porque ni un microscopio podría ayudarnos... Me refiero, desde luego, al billete de 200, al verdecito, a la mamá de los demás por ser el único en poseer epidermis femenina. Aunque hubiese sido agradable pagar la cuenta de un restaurante con un trasvesti llamado "Juan de Asbaje", pero el Banco de México decidió imprimirla como lo que realmente fue o es: Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana.
El de Asbaje lo sacó de un españolito disque militar y el Ramírez de Santillana de la señora que la parió en Nepantla por ahí de 1651, a un poco más de cien años de la Conquista y todas esas cosas del siglo de Oro español. La evangelización estaba en su apogeo. Uno de los datos curiosos con los que te hacen sentir miserable es la clásica señora culta que le comenta a su esposo, dentro de un teatro u ópera esperando la tercera llamada: "Sor Juana Inés aprendió a leer y escribir a los 3 años". Sí, sí... su hermana mayor le enseñaba a escondidas. Pero un punto más interesante fue que aprendió náhuatl gracias a que escuchaba a los esclavos que los inéptos de su familia tenían en la hacienda.
Cuando descubrió la biblioteca de su abuelo, se vino con tanto libro y comenzó a sumergirse en la historia y literatura griega y romana. Imagínense a Juanita leyendo e imaginando La Odisea o el mito de la Caja de Pandora rodeada de cuatro paredes cubierta de libros luchando contra la oscuridad con un mechero... ay, ay, ay, hasta se me pone la carne de gallina. Así fue creciendo, entre la gramática y la teología hasta que se mudó a la ciudad de México donde recordó que aún no existía "las mujeres y los niños van primero" y en las Universidades sólo había baños para hombres.
Creo que lo primero que nos viene a la cabeza cuando nos mencionan al Fénix de América es que se disfrazó de hombre para poder entrar a la educación superior, pero muchos eruditos aseguran que eso sólo fue una idea que le sugirió a su mamá ante tal machista situación; yo les creo. Algo que sí es verídico es el hecho de que se autocastigaba cada que no rifaba en cierto tema... ¿cómo? Se cortaba un cacho de su cabellera suave y cedosa al acariciar. No hay duda, Juana Inés era una cerebrito. Y su intelecto aumentó cuando se hizo comadre de la virreina y podía asistir a las reuniones de teólogos, historiadores, filósofos, ¡bueno! En esta época comenzó a escribir poemas y sonetos que sí eran del agrado de varias personas y eso es lo importante.
Pero como vieron que ya se le estaba llendo el tren, le sugirieron ser religiosa, aceptó y se incorporó a las Carmelitas, sin embargo, las mandó a volar por ser muy extrictas y se cambio con las Jerónimas, donde estuvo el resto de su vida después de haber vivido con sus tíos. Realmente, no parecía importarle el amor, pero apreciaba mucho a Leonor de Carreto, osease, la virreina. Pero un día se murió, le dolió mucho y le dedicó un escrito. Después, a otra cosa mariposa y se hizo muy amiga de la nueva virreina. "Muy amigas, muy amigas", mas, si se leen con delicadeza lo que les escribía, podríamos pensar que incluso era medio lesbiana la señorita de Asbaje, eso, o nunca encontró a un hombre digno de escribirle candentemente.
Por todo lo que su pluma llegó a plasmar en el papel, su confesor se enojó con ella por ser temas demasiado "pecaminosos", y también recibió muchas críticas por no pensar sólamente en cosas divinas. ¿Qué más podría hacer ante eso que defenderse de la única forma en que debía? Escribiendo. Ahí tienen la razón de "Respuesta a Sor Filotea", donde la agarraron emputada y soltó todo su coraje en cuanto a la educación prohibida para mujeres.
De pronto, ¡dejó de escribir! Hay dos hipótesis: la primera es que decidió refugiarse en Jesucristo, orando, haciendo penitencia y olvidándose de la literatura por completo. Lo cual me suena, conociéndola, ¡totalmente ilógico!, algo así como el hecho de que el cadáver de una niña haya estado debajo de una cama por tanto tiempo sin que nadie se haya dado cuenta y de pronto decir: "¡Ah, sí mira, ahí está, debajo de esas super cobijas cubrebultos!". La segunda razón a, tan sacadoradeonda decisión Juaniana, es que le pusieron un "hasta aquí", tal vez la amenazaron o Beto a saber, el punto es que hasta ella misma dijo: "Yo, la peor del mundo", y así dejó de sentir el filo del cuchillo en su espalda.
Bueno, hasta se reconcilió con su confesor y no sólo eso, también lo obedeció en cuanto a vender todos sus libros, instrumentos musicales y objetos científicos con fines solidarios hacia los pobres. Lo que me hace pensar que el Banco de México se dio a la tarea de buscar a los compradores para poder tomar la foto del billete...
El punto es que la plaga de peste invadió el convento de San Jerónimo y 9 de cada 10 monjas se petateaban, y Sor Juana, cuidándolas, se contagió y, con el tiempo, murió una mañana a los 43 años.
En cuanto a sus obras, está de más mencionarlas... y más el clásico poema que cada mexicano se sabe, pero sólo el principio: "Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón" (Yo llego hasta ahí) y otros continúan con "...sin ver que sois la razón de lo mismo que culpais..." Dramaturga, poetisa, religiosa, así es como es conocida Sor Juana Inés. Pero yo quisiera que fuese recordada con ese billete como una de las primeras revolucionarias mexicanas que, como siempre ha sido y será, fue callada a través del miedo u amenaza. ¿Qué hubiese seguido escribiendo, de lo contrario? Letras, letras que no podían ser leídas por mentes humanas, la mayoría no están capacitadas para la verdad. Sólo para chismes de lavadero, lo que "les gusta leer a las mujeres"...

DULCE OLVERA

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