Hágame el favor
de no existir.
Los cerebros no sufren
por personas no personas.
Y mientras se dirije
al mundo de la no existencia,
escúcheme, por vida suya,
¡escuche mis lamentos
por su futura inexistencia!
Esos lamentos que me llevarán
a desintegrarme
con tal de que usted se quede aquí.
Sí, aquí,
haciéndome desear con fuerzas desgastadas
que usted no exista.
DULCE OLVERA
1 comentario:
Los vendes ??
Por que de ser asi aqui tienes a tu primer comprador....
☺
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