
INFIERNO
CUARTO CÍRCULO
Ya en el cuarto círculo, Dante mexicano, con el corazón conmovido de lástima, le dijo a su guía:
-Pedro, indícame qué gente es esta. Todos estos torturados que vemos a nuestra izquierda, ¿han sido clérigos?
Y él le contestó:
- Erró la mente de todos en la primera vida y no supieron gastar razonablemente. Los subyugó la avaricia. Y en efecto, esos que no tienen cabello que cubra sus cabezas fueron clérigos, papas y cardenales.
Continuarán chocando entre sí eternamente, cargando enormes pesos sobre ellos por haber gastado mal y guardado mal. Aquí puedes apreciar cuán rápido pasa el soplo de los bienes de la fortuna por lo que la raza humana se enorgullece y querella. Todo el oro que existe sobre la Luna y todo lo que ha existido no puede dar un momento de reposo a una de esas solas almas fatigadas.
-Oh, querido guía. Nunca creí decir esto, pero ¡pobres arañas con estola! Qué manera de pagar el haber ganado miles de pesos en nombre de un pobre revolucionario nazareno. Perdona si te molesta lo que diré, mas durante todo el recorrido no he hecho nada más que escucharte. Es mi derecho opinar. Aquellos que se hacen llamar representantes de Dios qué bien han sido colocados por el Pulpo Paul en el círculo de los avariciosos. Pedro, no me dejarás mentir que ellos y sus antepasados se han valido de palabras como fe, pecado, cielo, vida eterna, etc para construir religiones totalmente absurdas que sólo logran atemorizar al hombre a cambio de dinero. Bautizos, limosnas, bodas, etc... No quiero ni ensuciar mi boca al pronunciar un sólo nombre.
Pero yo no odio a esas arañas por eso. Que se pudran con sus bolsillos llenos de monedas sucias. O que manchen la imagen, de aquel fundador del cristianismo que sólo buscaba justicia y equidad, con sus repugnantes tratos con los narcotraficantes o con el corrupto gobierno para obtener más dinero aún. Sin embargo, su existencia es perdonada ya que, de alguna forma, deben refugiarse las personas con tantos problemas económicos y demás a los que nos enfrentamos cada día.
Pero lo que no perdono y me hace arder es que ¡estos hijos de puta violan a niños y se esconden detrás de su cruz! Ese puto símbolo que no significa nada más que la blasfemia más grande y única de todas. Pobre Jesús de Nazaret si se enterara del grado al que estos desgraciados pederastras han mal interpretado sus parábolas para su propio y ruin beneficio.
Carajo, Pedro, - lo tomó de sus vestimentas con una mirada totalmente perdida- dime ¿dónde están todos esos impuros señores con sotana que se atrevieron a quemar personas en la inombrable época de la Inquisición? Muéstramelos, deseo verlos sufrir. Desdichadas todas aquellas personas con retraso mental que fueron confundidas con "brujas" por su maldita ignorancia. Deseo con todas mis ansias verlos quemarse con su propia desesperación...
-¡Calma, por todos los cielos, Dante mexicano! -El guía gritó mientras retiraba las manos de Dante- Deseo hacer oídos sordos a todos tus comentarios. Pero debo advertirte que estás cometiendo el pecado de la ira. Y para tu buena suerte, en este círculo tambièn se encuentran almas dominadas por ella. Enojados y tristes vivieron en la Tierra, enojados y tristes vivirán por siempre debajo de esas aguas inmundas de aquel pantano testigo de sus cuerpos desnudos golpéandose entre sí con la cabeza, manos y piernas. ¿Acaso quieres ser uno de ellos cuando te llegue la hora y ver por el resto de tu no vida a esas arañas, como tú has decidido llamarlas?
Dante mexicano calló totalmente como si le hubieran puesto cinta canela. Bajó su mirada, apenado y no volvió a articular palabra hasta que llegaron al pie de una torre.
DULCE OLVERA
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