martes, 20 de julio de 2010

Tú eres mi utopía (CAPÍTULO 2)


(...)

31 Mayo 2008

Hoy vino Leonor a mi casa. Traté de recibirla como si nada, pero me fue imposible. Le recibí el pastel de semillas que me hizo, en la entrada. Ahí era el momento de decir, ¿quieres pasar? y comerlo juntos. Pero preferí decir: Gracias. Voy de salida.
En cuanto vi que dio la vuelta de la esquina rumbo a la parada de autobuses, aventé el pastel y se lo terminó comiendo mi gato. Creo que lo cocinó en buen plan: mi gato no se enfermó. Como dice el libro... me lleva. No le he regresado ese libro.
El 31 de mayo nació para joderme. Y yo para joderlo a él. Natalia, de la nada, me marcó 5 minutos después de la última lágrima que derramé frente al refractario. Es increíble (literalmente) que me haya dicho que vendría a visitarme. Me pasé el peine.
No llegó. No aclaró por qué. Mejor. Mí y yo sabían perfectamente que lo haría.
Emocionarme y desilusionarme en segundos. Como es su puta costumbre.

08 Junio 1998

Llevo 8 días sin salir. Creo que la gota que debía derramar el vaso para que cayera en profunda depresión fue la mamada que me hizo Natalia. No ha vuelto a llamar y mi celular está jodido y perdí los números de todos. Lo estrellé contra el espejo en un ataque de crisis. Por ahí del martes. Itinerario: no tengo celular, no tengo espejo, no me tengo a mí.
Natalia se llevó el 70%, Leonor reparó el 20% y Natalia regresó a chingar ese 20% y joder el 10% restante sin mencionar los daños irreparables del pequeño secretito de Leonor. Si hice mal las cuentas del porcentaje de mi ausente alma y corazón, me vale un reverendo cacahuate.

11 Junio 1998

Hoy me vi en un trozo de cristal del espejo roto y no me reconocí. He escuchado que mis amigos me tocan la puerta, preguntando a gritos qué onda conmigo. Mi respuesta es mi silencio. Lo mismo para mis padres que me marcan desde Monterrey. Si viviera con ellos, ya me hubiesen echo rasurar, bañarme e irme a un table...
No pienso hablar con nadie en mucho tiempo. Necesito estar con mi soledad un tiempo o no sé qué podría decir. De por sí, ya la herí a ella con mis comentarios.

23 Junio 1998

Carnitas y Amanda me intersectaron mientras salía a tirar la basura en pijama a las 3 de la tarde. Me acababa de despertar de lo poco que había podido dormir.
-¿Ya, no pendejo?-Me dijo Carnitas mientras cruzaba sus brazos y me miraba con todo menos con lástima.
-Dénme tiempo - Fue todo lo que pude articular al mismo tiempo que saludaba a Amanda con una sonrisa. No sé como tuve fuerzas para hacer esa acción. Supongo que fue porque era Amanda.
Los invité a pasar a la pocilga en que convertí el lugar donde tantas veces reí con Natalia y luego con Leonor y, a veces solo, al recordar a Natalia.
Les ofrecí agua. Eso creo. Terminaron comiendo galletas. Vimos una película, después de meterme a la ducha a patadas. También me contaron ciertas cosas que, sinceramente, sí me hicieron sacar la risa. Esa rica que no es por compromiso.
Carnitas recibió una llamada de su mamá. No me dijo mucho, pero se veía preocupado y no me molestó que saliera con un simple: "Debo irme, un abrazo cabrón". Miré el reloj y marcaba las 11 de la noche, pero estaba parado. Después vi el de la mano de Amanda y eran las 6. Finalmente, la vi a sus ojos y con los míos, le supliqué que no se fuera. Me entendió perfectamente, dándome un abrazo de unos 3 minutos. Tiempo en que me sentí totalmente tranquilo y me quedé profundamente dormido entre sus brazos.
Cuando desperté, tenía una cobija y una dulce mirada cuidando mi sueño. Tiernamente me cantó "Cómo dormir y perder este momento en que adoro tu silencio. Esperaré despierta en esta obscuridad -río al ver los rayos de sol entrar por la ventana de la cocina- cuando llegue la luz veré tus ojos brillar". Esta vez no era ironía "la luz". Sabía que, siendo Amanda, se refería a la luz que llegaría después de este tormento en que he estado todos estos días.
Bostecé, me estiré con pereza e hice que se acostara a mi lado. La abracé.
Platicamos hasta las 9. Después la acompañé a su casa.
Cada que vea mi sillón y escuche a la Quinta Estación, la recordaré. Y como quiero recordarla, hoy me dormiré en el sillón.

26 Junio 1998

Ayer le marqué a Amanda para preguntarle sobre el título de la película que me había recomendado; realmente deseaba verla. De perdida comprarla pirata y olvidar por 2 horas que estaba jodido.
Y así fue. Olvidé por dos horas que estaba jodido, pero no viendo la película, sino platicando con ella mientras comía cereal. Hasta que la batería de su teléfono se acabó y tuvo que colgar. Por la mañana, me invitó por un helado.
Cuando llegué a su casa, comenzó a llover y se nos antojó más un buen café. Me llevó hasta Canal de San Juan a una cafetería que, según ella, era la mejor del mundo. Cochino destino, esa estación está a 3 de Acatitla. Sin embargo, no me importó, ni siquiera me cayó el veinte hasta mucho después. Debe ser el lunar de Amanda. Inspira mucha paz, confianza y cariño. Creo que la quiero, es una gran persona.
Cuando salimos del metro, ya no llovía y fuimos por el helado.

30 Junio 1998

Jaime organizó una salida a Acapulco. Sus tíos tienen una casa allá. Ir a la playa jamás lo incluí en mi "no tengo ganas de nada". Nos fuimos en el bochito potente de su hermano. Denisse definitivamente, no pudo. No me acuerdo por qué.
Estuvimos todo el fin. El sábado, vi el atardecer más hermoso, mientras mis pies sentían morir a las olas en la orilla del mar.
Amanda empezó a cantar Please don't talk about love tonight, your sweet talking won't make it right.
-Love and lies just bring me down- Grité hacia la playa.
Me acerqué a ella y los dos cantamos el coro mientras bailábamos y nos revolcábamos en las olas. Tendré que lavar muy bien mi camisa rosita favorita.
Oh, I love the nightlife, I love the boogie, on the disco around... yeah.
Al repetir ese fragmento, su cara estaba tan cubierta de arena que no pude verle su lunar. Pero aún así sentí su respectiva tranquilidad y cariño.
-Te quiero Amanda.
-Te quiero Antonio.
Al otro día, Carnitas nos hizo jugar póker. El novio de Amanda me dio tips para bajarle los humos al Carnes. Me cayó muy bien. No había tenido oportunidad de tratarlo. Amanda se merece un buen chico. Le doy permiso de que sea su novia.
Por primera vez, en muchísimo tiempo, me siento digno de seguir viviendo. Esa es mi forma de decir que ya voy superando mis heridas.

02 Julio 1998

El domingo son las elecciones de Estado. Yo voto porque saquen al PRI a patadas. Pero las personas son tan idiotamente temerosas, que en dos años, tendremos a Labastida en el trono. Si es que Zedillo sí lo postula.
Sin duda, tenía que empezar por un tema que no fuera Natalia. Pero ya que "accidentalmente" la mencioné... La vuelvo a mencionar: Natalia. La extraño.

03 Julio 1998

Ayer terminé el libro que Amanda insistía tanto en no dejar de recomendar. Hasta me hacía ojitos. Está muy raro. Incluso la pasta, pero eso es culpa de la editorial. Iré a venderlo a la librería del Viejo. Tengo que borrarle mi nombre que escribí en la primera página. La vacía. La de seguridad. Y también la página 34: subrayé un pasaje que me dejó meditando unos 4 minutos. Cinco, no creo.
Hoy le marqué por la tarde.
-¿Amanda? Te invito una barra de Comida China con el dinero que gané vendiendo "Los de abajo".
-Qué zoquete eres-Me dijo riéndose.

Comimos triple postre cada uno y caminamos por el centro hasta que nuestros zapatos no pudieron detectar más rayos solares.
-Amanda -le dije cuando vi que ya iba a cerrar la puerta de su casa- ¿has podido ver mis ojos brillar?
Amanda sonrío, se recargó en la puerta y me hizo entender que comprendía perfectamente. Acomodó su fleco y me miró sonrojada.
-Tú eres esa luz para mí. Tu persona. Tu Amanda que llevas dentro de esa Amanda de la biblioteca - Terminé con una sonrisa.
La puerta que rechinó fue testigo de nuestro abrazo de amistad sellada.

04 Julio 1998

Eran las 9 de la mañana y el teléfono interrumpió mi sueño.
-¿Bueno?
-Quiero que sepas que Te quiero mucho. Bonito día - Y después colgó.
No me dejó contestarle nada, pero Amanda sabe eso y más.

06 Julio 1998

Carnitas vino a enseñarme cómo encuadernar cuadernos. Creo que le regalaré uno a Amanda en su cumpleaños. No sé cuándo sea, espero que hoy no. Ella escribe. La pluma que se la regale alguien más.

07 Julio 1998

Hoy llegué a su casa de sorpresa, cuando abrió la puerta no me dijo Hola. Me dijo: ¿Y ese pastel?. Supuse que hoy era tu cumpleaños. ¿Quién te lo dijo?
Nadie. No te creo. ¿Sí es hoy? Sí. Felicidades. ¡Gracias! Ten. ¿Una pluma? Sí, la acabo de sacar de mi playera, pero al rato te traigo el resto.
Beso en la mejilla. 24 velitas. Una canción en guitarra. ¿Te sabes la de Dust in the wind? No, lo siento. No importa, no me gusta, sólo preguntaba.
Nos quedamos dormidos viendo "Futurama". Cuando desperté, ella estaba frente a mí y mis brazos. Me hizo ojitos y se burló de mí. Su cumpleaños es en Septiembre.

09 Julio 1998

Hoy le escribí una carta y se la fui a poner en la canastilla de su bicicleta. De regreso, encontré a Leonor afuera de mi casa. La saludé como si fuera la vecina o el repartidor de pizzas. La hice pasar. Platicamos toda la tarde. Más bien ella. Ella hablaba y hablaba. Yo sólo la escuchaba y asentía con la cabeza. Creo que cortó con su novio. La abracé para consolarla. Le devolví su libro y ella me hizo una rosa de papel con la última página. La que cuenta el final. No quiere que nuestra historia tenga final. O que tenga final con aroma de flor. O simplemente, no le gustó el libro y quiso utilizarlo en algo más útil.
Escogo la opción 2.

13 Julio 1998

Amanda fue al concierto de Oasis de marzoy me acabo de enterar hace unas horas. Ella fue sola. Yo fui solo. Ella esperaba con ansias "The masterplan". Yo moría por cantar "The masterplan". Ella cantó como loca Will dance if they want to dance Please brother, take a chance. Yo canté con micrófono imaginario You know they're gonna go Which way they wanna go. Ella gritaba Los amo desde la pista del Palacio de los Deportes. Yo gritaba Son la mera chingadera putos desde la pista del Palacio de los Deportes. Ella compraba la playera del tour, la negra con rojo. Yo compraba la playera negra con OASIS con letras rojas afuera del concierto. Ella se iba ronca rumbo al metro. Yo me iba ronco a tomar un taxi. Amanda y yo nos vimos esa semana en la facul y sólo nos dijimos Hola.

14 Julio 1998

Por la mañana fuimos a correr juntos. Ella odia correr, pero yo disfruto mucho sentir la llovisnita en mi cara. Tomamos agua de jamaica mientras ella se recostaba en mi pecho y se secaba su sudor en mi playera de Oasis. Yo jalaba su playera de Oasis para molestarla.
-Te adoro Antonio.
Silencio.
-Te adoro Amanda.
Pregúntenle al pasto de ese parque, si no se dignan a creerme.

15 Julio 1998

Amanda no sabía dónde estábamos. Yo no tenía la menor idea qué Avenida era.
-Vamos a preguntar.
-Disculpa, ¿un metro cerca?
-Hola Antonio-me dijo Natalia sin prestar atención a la pregunta de Amanda- ¿qué haciendo por aquí?
-Ya ves. Mira-dije inmediatamente antes de que la impresión me hiciera hacer algo estúpido-, Amanda, Natalia. Natalia, Amanda, mi mejor amiga.
-Mucho gusto-le dijo Amanda mientras trataba de saludarla de beso.
Natalia se quitó déspotamente.
-No sé dónde haya un metro. Vengo en carro. Puedo llevarlos, si quieren.
-Gracias, pero mejor preguntamos a alguien más. Un gusto verte, que estés bien.- Tuve las fuerzas de decirle.

Durante este año que llevo desde su jodido adiós sacado de la manga, diario imaginaba encontrarla en algún lugar de la ciudad e invitarla por un café y aclarar las cosas. Estar con ella. Mi corazón latió como sólo ella puede provocar. Pero preferí un millón de veces seguir con Amanda que con Natalia. Y no me arrepiento ni un milímetro.

19 Julio 1998

Por fin me enseñó a hornear galletas. Me anotó la receta en una hoja del cuaderno que le regalé en su feliznocumpleaños. No me quedaron tan mal. Y... quisiera escribir algo aquí que no fuese sobre Amanda, pero me es imposible. La amo. Y aún no se lo digo. Quizá me atreva mañana, pasado o en un mes.
Por lo pronto, lo escribo. Te amo Amanda.

20 Julio 1998

La abuelita de Amanda se puso grave de urgencia. Amanda fue vertiginosamente al hospital en su bici y una micro la atropeyó. No recuerda nada... No recuerdo nada. Estoy en blanco.

21 Julio 1998

Estoy en blanco. Amanda no volverá a la vida. Estará ida en esa silla de ruedas por siempre. Hoy fui a visitarla. Cuando nos dejaron a solas, le dije que la amaba. Que ella era una de las cosas más maravillosas de mi vida. De la vida. Y con lágrimas en los ojos le dije que era mi amiga y que jamás la dejaría sola. Porque ella me quito lo solo. Antonio era solo. Era vacío. Amanda lo llenó. De todo, menos de nada. Amanda no comprendió nada de lo que le dije. Su corazón fue su intérprete.

22 Julio 1998

Amanda me dio en un mes lo que Natalia no pudo en 3 años. Amanda me dio la sonrisa que mis lágrimas necesitaban. Amanda me devolvió la vida. Antonio tratará de hacer lo mismo con ella.
Amanda... demasiado dolor para una sola palabra.


23 Julio 1997

El psicólogo dijo que debía escribirlo. Yo no lo necesito. Pero mi papá me lleva con él. Sin duda me he convertido en el títere de todos. No tengo ánimos para tratar de recordar qué es decidir por uno mismo. Después de todo, no sirve de mucho. Las personas se van. Nadie puede hacer nada contra eso. Ni siquiera la persona que se va.

25 Julio 1997

Hubiera sido hermoso empezar el diario el 3 de septiembre. Pero sin fin. Ella dijo que se quedaría. Rompió su promesa. No fue su culpa. Al principio, todos tienen la culpa de todo. A estas alturas, todos somos inocentes. Al demonio "todos". Esto sólo fue entre ella y yo. Me haré un favor; comenzaré desde el 3 de septiembre y crearé el final. Inventaré nuestro adiós. Anda, finjamos que tuvimos una despedida.

26 Julio 1997

El psicólogo me prohibió viajar al 3 de septiembre. Mas ya no soy su marioneta. Yo ya vivo en el 2 de septiembre, aunque el calendario de la pared diga un tal julio. Mi vida no tiene ni fu ni fa. Pero tengo en mis manos un boleto de ida hacia el 3 de septiembre. Me dieron el de vuelta, pero, ¿sabes? Se los rompí en la cara y lo tiré al suelo. Sin conocerte, sabía que te molestarías. Lo levanté. La basura en el basurero.
Pongo mi despertador. Me quito mis pantalones y me acuesto. Mañana será el mejor día de mi vida.

21 Julio 2010

Afortunadamente, la memoria suele nublar el dolor. Te extraño Amanda.

03 Septiembre 2010

Hoy cumplimos 13 años de conocernos. Carnitas me enteró. Juraría haberte conocido en la biblioteca. No encuentro el boleto de regreso.

DULCE OLVERA

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