
Esta mañana, cuando transbordaba hacia la línea tres del metro rumbo a la universidad, le eché un vistazo a las portadas de lo periódicos como todos los días. Godoy por aquí, Godoy por allá. Me sentí realmente confundida. ¿Realmente era 15 de octubre del 2010? Sinceramente, creí haber despertado por error en el año 2004. Mi preocupación aumentó cuando por segundos, leí "René Bejarano" o "Carlos Ahumada" en los diarios. Sin embargo, carajo, decían "Godoy Toscano". Entre bostezo y bostezo, mi mente se esclareció: "Oh, claro, las elecciones presidenciales ya vienen". Entonces sonreí y corrí hacia el vagón. Para variar, no alcancé asiento.
Como recién ciudadana oficial, creo conveniente compartir mis pensamientos sospechosistas que me acompañaron de metro 18 de marzo hasta Balderas, donde mejor decidí dormir y olvidar la política por un rato. La situación es esta, las elecciones de gobernador del Estado de México son el año que entra y en el 2012, las meras meras. Los polakos comienzan a hacer sus fechorías para obtener un buen puesto: tal parece que la palabra democracia no les dice absolutamente nada. A mí tampoco.
Se sabe que el pueblo mexicano está hasta el tuétano del PRI y qué decir del buen PAN. Desde 2006, la mayoría se refugió en "la tercera es la vencida", es decir, el PRD. El PRIAN lo tiene muy presente. ¿Qué hacer? Eliminarlo de "la competencia".
¿Alguien recuerda los videos escándalo de hace seis años? Sí, esos donde un tal René Bejarano, Carlos Imaz y el ñor Ramón Sosamantes (los tres perredistas) recibían respectivamente grandes fajos de dinero por parte del buen empresario Carlos Ahumada. No importa qué pretextos dieron, finalmente terminaron en el bote... pero qué pregunta. Claro que todos los recuerdan: los medios masivos de comunicación se encargaron de difundirlos una y otra vez hasta que el mexicano captara la indirecta: "El PRD es más corrupto que todos juntos, votar por el Peje resultaría peor para el país". Mejor dicho, indirecta del PRIAN, carnal de los respectivos dueños de Televisa y TV Azteca.
Lo peor de todo es que varios patriotas se tragaron esa manipulación barata, planeada e infantil. Yo, entre ellos. En esos años, era una pequeñuela secundarina que creía todo lo que la amigable TV decía. Definitivamente, dentro de mi diminuta materia gris, el Peje era un peligro para México. Y blabla... a lo que voy: seis años después, la historia se repite. Y con muy pocos variantes. Estúpida clase dominante, ¿dónde quedó su creatividad?
Octubre 2010, los medios comienzan a hablar de un tal Julio César Godoy Toscano, diputado del PRD. Este compadre -muy parecido al Espantapájaros de Batman Inicia- es acusado de haber mantenido conversaciones telefónicas con La Tuta, un we del cártel "La Familia". Situación que no sorprende: el gobierno y el narco son amigazos del alma, que no lo publiquen es otra cosa. Sin embargo, a necesidad de desprestigiar de nuevo al partido del buen Peje, recurren a la misma sucia estrategia. Esta vez se desconoce quién mandó la orden: ¡el jefe Diego está "desaparecido"! Y Salinas anda de parranda.
En fin, el lunes, Godoy presentará pruebas a su favor, pero seguramente irá al bote. Víctima del sistema. Desaforado. Sin apoyo de los Chuchos. Será olvidado en unos días. Sin embargo, la semillita de "El PRD está involucrado con el narco, votemos mejor por el guapo Peña Nieto" quedará en las mentes de las personas que "si era 03, renovaron" su IFE. Más de lo mismo. Sólo que esta vez recurrieron a lo que está de moda, es decir, el narco.
DULCE OLVERA
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