lunes, 28 de febrero de 2011

Apóstrofe I: El reloj de arena


De la arena que me sobró

"de aquella tormenta",

he decidido servirme de ella

contra mí, contra ti, contra nosotras

/ y al mismo tiempo, (para)


De aquellas partículas sacudidas

de las que pude salir demasiado tarde:

/ ya te habías ido,

fabricaré un reloj. Un reloj de arena.


Una vez hecho, a partir de hoy,

lo voltearé.

La cuenta regresiva comienza:

cada migaja menos, un segundo menos para verte

más incertidumbre

/ y, ¿para qué ocultarlo? ansias, necesidad, emoción.

cada migaja menos, un segundo menos para verte

más desesperación

/ y, ¿por qué mentirme? última ocasión para

alimentarme de tu mirada, de tu sonrisa,

de tus ganas de vivir tan contagiables. De ti.


La semántica de cada granito deslizarse

hacia la acumulación de arena ya caída,

/ como puedes ver

se ha convertido en la parajoda de mi vida (si aún se puede llamar así sin ti)

menos espera,

más tú,

más nunca más,

una mirada más, miles de aclaraciones

un hola y un adiós,

menos tú, más yo sin mi (te) de te quiero...

/ ¿para siempre?


DULCE OLVERA
*NOTA: Apóstrofe es una figura retórica que indica dirigir la palabra a un ser ausente...

No hay comentarios.: