miércoles, 2 de marzo de 2011

Apóstrofe III: Omnipresente, no infinita


Lamento decirte que dentro de mí eres

/omnipresente

y jamás podrás irte.


Lamento aclararme que aún así

/ me he perdido:

recuerdo no es aroma, no es brillo, no es unión.


Por lo tanto, con o sin tu don que te he brindado,

querida ene con sombrero...

el resultado es el mismo; despertar a una vida sin ti

(y diario)


Abrazo el reloj de arena

para hacer menos insoportable

la espera...

/ pero de cuándo acá,

¿el tiempo se volvió incómodo, molesto, intolerante,

inaguantable, pesado, irritante, imposible, desagradable? /


Desde que me enteré que él será el único que me (ayudará)

a olvidarte una vez ese último grano caiga

y con él mi sonrisa; tu sonrisa.


DULCE OLVERA

No hay comentarios.: