
Lamento lo inusual de mi petición,
señor Miércoles
/ comprendo su indignación
y rotunda negativa.
Advierto su acusación
de egoísta y acaparadora:
Yo confieso ante
mitad de semana Todopoderosa
que he pecado mucho
de pensamiento, obra y omisión
por su culpa, mi culpa
/ y mi gran culpa.
Miércoles,
le imploro su sorpresiva ausencia
esta semana (sólo ésta)
Lo exhorto a entender que sin usted,
/ sólo faltaría un día para abrazar
a mi aquella
A cambio le ofrezco
cada una de mis letras (lo más presiado para mí)
/ de algo le servirán
pero cual cínica enamorada
ruego permancer con la ñ y la m
/ sólo para mantener en el bolsillo
la primera letra del nombre
que repetiré tres atardeceres más
sin una perengana particular
que volteé al escucharlo.
Oh, indeseado miércoles,
si tan sólo no existieras...
DULCE OLVERA
"Ese amor espléndido por el que una se pierde"
No hay comentarios.:
Publicar un comentario