
Aquel soñador,
víctima de la relatividad
cuyo verdadero amor
jamás pudo comunicar.
Te amo, pero no te necesito
/ solía sonreír
y su él nunca lo comprendió.
Por sueños, escrito o en miradas,
nada.
Su él necesitaba ser necesitado.
El soñador vivía para su vos,
mas también sin él.
El soñador
abrazaba sus recuerdos
sonoros, aromáticos y sensibles
/ recreación de conversaciones
una y otra vez.
Disfrutaba dar,
amaba incondicionalmente
/ sin embargo, su él necesitaba ser necesitado.
La frustración del no entendimiento,
despertó al soñador
cuyo amor jamás fue interpretado:
Te amo, víctima de la relatividad
y sociedad consumista.
DULCE OLVERA
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