
Dejé en una garganta atorada de vida
oportunidades
y herramientas disponibles
para plasmar emociones atoradas.
Ya no me entiendo.
Escupo especulaciones en
cielos totalmente nublados
/ nubes de celos y desesperación.
Es de noche
y justifico mi silencio escrito
con ello
ni Selene y su luz natural son capaces de guiarme.
¿Qué es lo que expreso?
He dejado de comprenderme
al escucharme.
Necesito leerme
y no encuentro cómo escribir.
Entre neblina espiritual,
una luna brillante e ignorada,
exhorto
exclamo
convoco
apelo
rebato
llamo
pido
rezo
ruego
solicito
suplico
sin retórica, sin
habilidad ya de persuasión
sólo con mi eterno te amo,
única arma contra el olvido
una intromisión delicada.
¡Entrométete de nuevo en mis versos,
musa lejana, musa ausente, musa distante!
Deja de alimentarte de pausas con insoportable eco
Detén tu gusto por la mudez de mis latidos cercanos
Lo sigiloso no es romántico
El secreto es que muero porque dejes de amordazarme
con tu desprecio, indiferencia, afonía de saludos.
¡Involúcrate entre cada línea que
intento redactar, musa discreta!
Me atraganto entre fallidas y asustadizas letras
sin destinataria.
Accede a lo más profundo de mi alma,
y guía mis manos hacia el deleite de eclipsar
con letras.
Musa que llora inspiración,
húndeme en el mundo del escrúpulo:
volvamos a lo esencial de la vida;
poetizarnos.
DULCE OLVERA
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