Su sonrisa parecía convincente,
pero al mismo tiempo era una mirada
y, claro,
siempre un beso.
Ella lo era todo
pero yo tenía que amarla por partes.
Mis ojos no fueron
capaces de acariciarla simultáneamente
/ veían más allá, buscaban dentro de ella:
fue una conversación visual profunda.
Ilusión,
mi amada ilusión óptica.
DULCE OLVERA
No hay comentarios.:
Publicar un comentario