miércoles, 6 de noviembre de 2013

El hombre no hombre

Me estaba bajando el cierre del pantalón cuando comenzó a contarme a detalle. Ernesto y yo somos de esas personas que no interrumpen conversaciones por banalidades como esa: hacer pis. Y antes de que le dijera en la mesa del bar que ya me andaba, me había comentado que había leído algo "sorprendente" en uno de esos blogs independientes cuya información la publican como la verdad única que las empresas mediáticas "no quieren" que la ciudadanía sepa. En fin,  tenía que continuar escuchando a Ernesto fuera o no un hecho relevante. Ya saben, la gente lo llama cortesía o educación. 

--Fue como una cadena de mala suerte, le escuché decir mientras veía chocar mi orina con el mijitorio. 

   Y sí, también me pareció una cadena de mala suerte. Resulta que hace dos días un hombre de unos 32 años encontró una cartera con credenciales adentro de un basurero de un McDonald's. Sí, le pregunté cómo la vio, pero Ernesto --también molesto-- me respondió que en la nota no decía. Odio a los reporteros. A veces sólo te dan una embarrada de algo que sucedió y te dejan con un puñado de dudas. Al menos por unos segundos mientras tu mente se interesa en otro hecho ajeno a ti. Siempre es ajeno a ti y por alguna extraña razón lo llaman "interés público".   
   
  Tanto Ernesto como yo supusimos que alguien se había robado esa cartera, le sacó el dinero y tarjetas (si es que traían) y el resto de plástico lo tiró. Parte de ese dinero, por supuesto, debió gastarlo en una Mac con doble queso. Suposiciones. ¡A eso nos orillan los infames reporteros! Porque ni su contacto dejan para preguntarles y esperar con ansias el dato. Tal vez el ladrón era mujer o niño o ni siquiera hubo un ladrón y fue una broma pesada de una novia a su novio que ya no ama. ¡Tantas posibilidades! 

--¿Sabes?--me comentó Ernesto mientras nos lavábamos nuestras manos llenas de residuos de pene-- en realidad no sé cómo los de la nota sabían que se la encontró en un bote de basura de McDonald's si los de la ambulancia lo encontraron ya muerto. No tuvieron un solo minuto para acercarse y obtener esa información. Los muertos no pueden ser entrevistados...
--Tal vez lo vieron en las cámaras de McDonald's.
--Pero cómo sabían que venía de ahí...
--Pues seguramente traía una bolsa con la M esa con las papas que le sobraron o un vaso medio vacío... o medio lleno... 
--¿Pero y si el hombre sólo pasó al baño y no compró nada?
--¿Entonces para qué se acercó a un bote de basura sin traer basura?, rematé. 

   En efecto, el hombre de 32 años había tomado la cartera con las credenciales y las había guardado en el bolsillo interior de su chamarra beige. Salió del fast food y a las dos cuadras de Av. Madero, murió. Nadie lo asaltó, apuñaló, atropelló o golpeó. Fue su propio corazón. "Paro cardíaco", me dijo Ernesto que decía la nota porque alguien más le dijo al reportero. Jamás sabremos si tenía la intención de devolverlas o quedárselas de recuerdo. 

   Las autoridades reportaron que el hombre no traía identificaciones, salvo las de la otra persona, el dueño de la cartera. El hombre de 32 años (dato inexacto) fue registrado como desconocido. No nombre, no edad, no foto. No hombre. Sólo el hombre que murió del corazón con la identidad de alguien más en el bolsillo. 

--¿Y si no se encontró la cartera en MCDonald's y fue él quien se robó la cartera, y por la agitación le dio el paro?, le pregunté a Ernesto. 
--Es una posibilidad. De hecho, la nota informaba que las autoridades se contactarían con el dueño de la cartera para investigar el hecho y, en el caso, registrar al cadáver como presunto delincuente. Él podrá reconocer al hombre de 32 años y determinar si fue quien lo asaltó. Pero si fue robo y no se dio cuenta, seguiremos con la duda para siempre...
--Puedo vivir con ello, confesé mientras salíamos del baño. 

DULCE OLVERA 

No hay comentarios.: