sábado, 15 de marzo de 2014

Primer madrugada y primer despertar

Acariciándose por vez primera.
Él dibuja el cuerpo de ella
con sus dedos.
Cosquillas,
delicadeza,
escalofríos,
/ descubrimiento.

Ninguno de los dos
se atrevía a besarse
y una vez consumado
el primero,
no pudieron dejar de hacerlo.

Primer beso.
Primer caricia.
Primer entrelazar de piernas.

Ella observaba la ciudad
cubierta de noche
mientras él comenzaba a ser parte de ella.
Ambos unidos;
una ciudad por
ellos mismos.
Ambos separados.

Silencio salvo gemidos.
y temblor.

Adentro, afuera,
interior, exterior,
él en ella
y ella en él.

Ella lo abraza
con sus piernas
y él le sopla al oído,
le besa el cuello,
le besa el deseo,
le mata el miedo.

Ella lo mira,
su rostro es placer
y ella busca darle más.

Tus pestañas, le dice ella.
Tus ojos, le dice él.

Todo eso al mismo tiempo
impregnado de sudor
y ese peculiar aroma a entrega.
Todo eso durante su primer madrugada
y luego,
su primer despertar.

DULCE OLVERA

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